Y es cuando me pregunto si las cosas no podrían ir más a peor... si, es posible hasta estar en la maldita situación en la que me encuentro ahora. Siempre he sido fuerte, siempre enterrando mis sentimientos, arrepentido de mi timidez, fui siendo distante creando mi soledad... pasé por suerte mi adolescencia tan perdido, afortunado pensando que el amor no era para mi. Siempre teniendo el control de mis emociones, resistía a la tentación, podía prescindir de todo... menos del amor. Después de pasar el tiempo entendí mi error, y sentí que era el momento de sentir el calor del amor en mi pecho... Busqué por fin, fui a por el amor, y siempre volví por el camino de vuelta a mi habirtacion con mi corazón roto, a veces por mi culpa, otras por el propio amor al cegarme. Hoy vuelvo a mi cuarto, paso pagina y reflexiono, entiendo que es complicado y mejor no buscar lo que tiene que venir solo. La soledad será mi compañía hasta que de verdad llegue la hora de desacere de ella, mientras, la soledad será mi aliada.
Es suficiente una cuestión de segundos para que todo se desmorone, todo se desvanece, se esfuma llevándose mi alma con ella... ¡Todo por culpa de estar ciego!
Siento que no me quedan fuerzas para nada, y la sombra de mi oscuridad me puede.
Todo es confuso, los días pasan y yo atrapado en cuatro paredes, parece que cavé mi propia tumba. Sin salida a ninguna parte, no hay aliento para recorrer en el pasado aunque quisiera volver y cambiar mis errores, vendería mi alma al diablo para ello.
Si la vida es un instante hoy quiero olvidar que existo, siempre luchando, siempre dándolo todo nunca obtengo lo que me merezco. Sonrió por compromiso, perdí la confianza sobre el ser humano, vivo condenado a sufrir, haga lo que haga...
Siempre aprendí todo lo que sé solo, a base de varapalos, y eso me llevó a perder la fe en alguien inexistente para mi. Siempre tropezando y aprendiendo, eso me hizo aprender a ser persona. He vivido todo lo que se puede vivir, en tampoco tiempo y eso a conseguido que me canse de la vida y lo vea todo oscuro.
Lo tuve todo y ahora no tengo nada, te confías pensando que eres feliz, te relajas y la vida aprovecha tu despiste para quitártelo todo y darte el mayor golpe para hundirte de manera que no puedes ver la superficie...
Yo soy mi peor enemigo, mis decisiones las que me condenan a la vida, y el miedo al futuro es mi martirio.