viernes, 28 de junio de 2013

Quiero, pero no puedo.

Quisiera acabar con todo, hasta con mi propia vida, pero solo hay un modo y maldigo mi maldita forma de pensar, porque es la que me impide acabar con ella y con todo el mal que recorre por mi sangre...
Me gustaría esparcirla por toda mi cama, allá donde he estado tirado como un ser inerte durante bastante tiempo, quizás así descansaría en paz por una vez en la vida... 
Me gustaría saltar  por la ventana y sentirme libre por unos segundos, y acto seguido acabar con todo sufrimiento sin darme tiempo a reaccionar, así como he estado últimamente... tragando dolor, recibiendo golpes sin darme tiempo a reaccionar.
Mi vida es una canica con la cual gente adulta juega con ella como niños. 
Creo que ni siquiera el tiempo aquel fenómeno que todo lo cura, ni eso podrá curarme, porque ahora mismo no puedo escapar al daño, porque está en mi. Y lo estará por un largo tiempo.
La culpa no es de nadie, la culpa es mía, por poner fantasías en un arte para el cual no estoy hecho.
No es la primera vez que lo pienso, pero no puedo porque yo no soy así, aunque no me faltan motivos... Así a sido desde que tengo uso de la razón.


No es la primera vez que pienso que si estuviera enterrado, 
mis putos problemas habrían acabado...

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